miércoles, 9 de agosto de 2017

CRÍTICA | THELMA & LOUISE, de Ridley Scott


Amigas fugitivas
THELMA & LOUISE
Óscar y Globo de oro al mejor guión. Espiga de oro a la mejor película
EE. UU., 1991. Dirección: Ridley Scott Guión: Callie Khouri Música: Hans Zimmer Fotografía: Adrian Biddle Reparto: Susan Sarandon, Geena Davis, Harvey Keitel, Michael Madsen, Brad Pitt, Christopher McDonald, Stephen Tobolowsky Género: Comedia dramática Duración: 125 min. Tráiler: Link Fecha de estreno en España: 22/11/1991
¿De qué va?: Thelma es una ama de casa cansada de la tiranía de su marido. Louise es una camarera de vida disoluta que no acaba de comprometerse con su novio. Un fin de semana, ambas deciden viajar por su cuenta y romper la rutina del día a día. Al verse envueltas en un crimen, las dos mujeres deciden escapar hacia Nuevo México.


Antes de arrancar su coche, Thelma & Louise se autofotografían con una cámara polaroid. Esa escena, avance del selfie moderno, describe la esencia todo lo que sigue. La película puede definirse como un cuento de reivindicación femenina, además de una reconstrucción de los códigos de la road movie, un subgénero dominado por lo masculino. Scott se sirve de dos grandes actrices y la mística propia de todo "film de carretera" para brindar un pastiche con arrebatos de comedia, thriller, drama familiar, romance y otros tantos palos que se suman a un abultado cuentakilómetros. Veinticinco años después de su éxito, de Thelma & Louise quedan algunas escenas bien resueltas, la química de sus cabezas de cartel y la sensación de que Scott, por lo general un director poco solvente fuera del cine fantástico, supo aprovecharse de la mística de los paisajes estadounidenses. Con todo, hay que evidenciar que la imagen que se desprende de la mujer en Thelma & Louise ha quedado obsoleta, a la vez que cuesta encajar que todos los personajes masculinos, sin excepción, sean tan desagradables. Lo dicho me distancia enormemente de la historia e impide que pueda disfrutar de esta escapada de tintes feministas, básicamente porque la sensación de libertad, de romper tabúes, de acabar con lo establecido o de ponerse el mundo por montera se asienta sobre una falsedad: el esquematismo de "buenos y malos" tan habitual en el cine norteamericano. Thelma y Louise, ambas desgraciadas pero cada una a su manera, se convierten en fugitivas para diversión del público, si bien esa decisión implica unos riesgos que el final cierra con un simbólico salto al vacío, apiadándose de sus personajes pero sin rebajar los delitos que han ido acumulando entre motel y motel. Quien escribe siente auténtico pavor al pensar que algunas espectadoras, cual Thelma en estado de desesperación, acepten que tener un affaire con Brad Pitt es la mejor manera de dar carpetazo a una existencia que no les satisface. En definitiva, una película notable en sus logros técnicos y artísticos, pero, a riesgo de ser tachado de moralista, con algunos mensajes tan subliminales como deleznables.


Para viajar por la Norteamérica profunda sin moverse de casa.
Lo mejor: Sarandon y Davis.
Lo peor: El paso del tiempo no ha jugado a su favor.


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