martes, 14 de julio de 2015

CRÍTICA | VIVIR (IKIRU), de Akira Kurosawa


VIVIR (IKIRU), de Akira Kurosawa
Largometraje nº 27: Cinoscar Summer Festival 2015: Sección oficial a concurso
Elección de Elisaul Guevara
Japón, 1952. Dirección: Akira Kurosawa Guión: Akira Kurosawa, Shinobu Hashimoto y Hideo Oguni Duración: 145 min. Género: Drama Tráiler: Link Reparto: Takashi Shimura, Nobuo Kaneko, Kyôko Seki, Makoto Kobori, Kumeko Urabe, Yoshie Minami, Miki Odagiri, Kamatari Fujiwara
¿De qué va?: Kanji es un funcionario de vida gris que pasa desapercibido tanto para su familia como para sus compañeros de trabajo. Tras conocer que sufre una enfermedad incurable, decide romper con su rutina e inicia un viaje un busca del sentido de la existencia. En su búsqueda y ocaso le acompaña una joven pizpireta muy diferente a él: pizpireta, curiosa y con mucha vida por delante.
Palmarés: Premio especial en el Festival de Berlín 1954 y nominación al Bafta al mejor actor. 


RESEÑA ISIDRO: La tortuga de Mafalda se llamaba Burocracia. En Astérix y las 12 pruebas una de las tareas más difíciles que superaron los héroes galos consistía en solicitar un simple certificado en una ínsula romana plagada de funcionarios con muy pocas ganas de trabajar. Nada más empezar Vivir un grupo de mujeres acaba hasta el moño de una burocracia que relega responsabilidades en lugar de ofrecer soluciones. Y hace pocos días una funcionaria se negó con bastante soberbia a realizarme un trámite mínimo sin cita previa cuando por teléfono me habían asegurado que no sería necesario, lo que me hizo perder tiempo, gasolina y paciencia, y complicarme mucho más la situación que trataba de resolver. En ese momento pensé que para trabajar de funcionario (y por extensión de cualquier profesión de cara al público) se necesita verdadera vocación, y decidí que, me dedique a lo que me dedique, no quiero acabar tan amargado como aquella señora, ni tan quemado como el protagonista de Vivir. El señor Watanabe es poco más que un zombi dedicado al papeleo hasta que le diagnostican un cáncer: es entonces cuando decide tomarse la vida de otra manera y actuar de verdad. La película funciona, conmueve su retrato y su delicadeza, pero es una lástima que en los últimos 50 minutos Kurosawa opte por una estructura narrativa diferente que rompe el ritmo de la cinta considerablemente. Pero se lo dejaremos pasar, y es que tras mi encontronazo con la tortuga de Mafalda no puedo sentir más simpatía por este viejo de mirada perdida que trata de buscarle sentido a su vida. Muy bonita.

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RESEÑA MAYRA: Uno de los grandes directores del cine nipón, Akira Kurosawa dirige este largometraje con el que nos llevará a reflexionar sobre la diferencia entre estar vivos y vivir. Takashi Shimura logra una interpretación sólida de un personaje triste y nostálgico ante una muerte anunciada: su personaje transmite la preocupación y el miedo ante la noticia de su enfermedad que lo lleva a hacer reminiscencia de épocas pasadas y meditar en el presente. Ikiru no se centra en mostrar una enfermedad y sus efectos (no explícitamente), más bien se centra en mostrarnos la vida, e incluso cuando la muerte ya ha hecho su trabajo, Ikiru continua hablando de la vida: de cómo se puede decidir esforzarse por dejar una pequeña huella en el mundo, o por el contrario se puede ser un hipócrita conformista que tiene en sus manos cómo marcar la diferencia, pero opta por vivir con los ojos cerrados. Una cinta que me ha calado hondo, mucho más de lo que inexpertamente puedo expresar en palabras. Sin duda estamos ante una película imprescindible, y de mis favoritas de esta edición del Cinoscar Summer Festival.

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RESEÑA MIGUEL: Me alegró mucho saber que Kurosawa formaría parte del festival, y más aún con una película que todavía no había visto. Es uno de los mejores directores de la historia del cine, y esta cinta es un maravilloso estandarte del buen oficio del nipón. Ikiru es una bonita historia sobre una vida modesta y aséptica, que por circunstancias, transforman esa vida en un canto a la esperanza y a la belleza de vivir. Los planos del rostro de Shimura que nos acompañan durante todo el trayecto son de una perfección pasmosa. Nos regalan una interpretación muy emocionante y humilde, pero que llega a niveles muy ambiciosos con mucha facilidad. Es curioso como otros films actuales, o no tanto, que buscan el mismo objetivo que Ikiru -ser un canto a la vida-, son empalagosos y ñoños. De hecho, la ñoñería es un tic muy habitual y muy difícil de esquivar en este tipo de cintas; sin embargo, la maestría de Kurosawa logra huir del algodón de azúcar y de clichés lastimeros, convirtiendo Ikiru en la película que hay que ver sobre el descubrimiento de los placeres terrenales más evidentes. Lo mejor: Takashi Shimura, y la capacidad de Akira Kurosawa en transformar lo pequeño en muy grande. Lo peor: haberla descubierto tan tarde.

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RESEÑA XAVIER: Con un título tan evocador como 'Vivir', podría parecer que Kurosawa quiere brindarnos una reflexión sobre la vida y la muerte, pero en verdad la película va mucho más allá. El director nos sorprende con una descripción del Japón posterior a la Segunda Guerra Mundial y propone diferentes diatribas sociales: el materialismo de las nuevas generaciones, la inutilidad de una administración dominada por intereses y jerarquías, y el poder de la amistad en tiempos de pragmatismo. El señor Watanabe, el protagonista del film, se sabe en el crepúsculo de sus días y, tras dinamitar una rutina que no le satisface, se propone cambiar el orden establecido, dejando como legado una obra de humanidad y sabiduría que sus allegados y compañeros de despacho comparten en el largo velatorio que cierra la película. Kurosawa nunca resulta moralista, no describe a su personaje desde la lástima o la condescendencia. La historia resulta cercana, de carne y hueso, libre de tremendismos y subrayados. Con todo, la película difumina su mensaje en un entramado narrativo excesivamente barroco (narrador omnisciente, descripciones internas y externas, superposición de flash-backs, división del relato en dos partes), y ello hace que Vivir discurra varios peldaños por debajo de las grandes obras de su artífice. Todo resulta puro, vívido, humano, pero a la vez da la sensación de que se nos niega la épica de la emoción, los sentimientos en toda su potencia y desnudez, debido a su intrincada estructura. Aunque lo dicho no resta virtudes a una película contundente. Digna de ser vista… y vivida. 

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RESEÑA DANIEL: Vivir es un relato magnífico sobre la vejez y la enfermedad que, a través de una prodigiosa dirección de Kurosawa, nos muestra el despertar de un hombre mayor en sus últimos meses de vida. Una película que consigue emocionar al arrastrarnos como un imán para ser participantes de la vida rutinaria de aquel anciano, y con ello comprender las motivaciones por las que hace su última obra mientras lucha con su cáncer. Es un recorrido tierno, conmovedor, trágico y dulce a la vez. Tiene alma y encanto. La mirada de su protagonista lo expresa todo; su calvario, su dolor y su humildad. Está plagada de hermosas escenas, como aquella del parque en el que se percibe esa sensación final, de una vida que se extingue, que última jornada en este mundo. Un film que realmente muestra que una acción en la vida puede ser muy grande. Queda una sensación tras su visionado: si un hombre consigue inspirar a otro, habrá sido más que suficiente.

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VALORACIÓN DE LA CRÍTICA

Una obra maestra realizada en plena madurez creativa de su director. Un relato sobre el sentido de la vida a partir de la inminencia de la muerte protagonizado por uno de los actores fetiche del maestro: Takashi Shimura. Redacción, A contracorriente

Uno de los grandes clásicos del cine japonés de todos los tiempos. El País

Inolvidable reflexión sobre la muerte y sobre una nación que estaba cambiando. Cinemanía

Una de las películas de Kurosawa en las que el lirismo visual está más conseguido. Miradas de cine

NOTA DE LA CRÍTICA

Filmaffinity: 8'3 / IMDB: 8'4 / Sensacine: 8'4 / Rottentomatoes: 9'85
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VALORACIÓN DEL JURADO

El jurado del CSF ha decidido promover el film a  
8 PREMIOS DEL FESTIVAL:

Mejor película
Mejor director: AKIRA KUROSAWA
Mejor actor protagonista: TAKASHI SHIMURA
Mejor actriz secundaria: MIKI ODAGIRI
Mejor guión original: AKIRA KUROSAWA, HIDEO OGUNI y SHINOBU HASHIMOTO
Mejor música original: FUMIO HAYASAKA
Mejor fotografía: ASAKAZU NAKAI
Mejor montaje: KOICHI IWASHITA

NOTA DEL JURADO

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